Tras el contacto con el cabello, el producto crea una fina película sobre toda la superficie de cada pelo, evitando que el cabello pierda excesiva humedad. Los buenos protectores térmicos también sanean y fortalecen el cabello, lo hacen manejable, evitan las puntas abiertas, los problemas de enredos, etc. Es muy importante la protección térmica con la que se trata el cabello. Los productos japoneses de protección térmica destacan porque restauran el cabello de la forma más intensa, al tiempo que realizan la función de protección.

Resulta que la mayor parte de la protección térmica contiene una mezcla de siliconas, alcohol etílico, así como aditivos que facilitan el lavado de las siliconas y producen olor. Debido a la controversia sobre la seguridad de las siliconas y la dificultad para lavarlas del cabello, se empezaron a desarrollar nuevas series de protectores térmicos que se eliminan fácilmente incluso con champús suaves. Como parte de estos preparados, en lugar de silicona se utilizan películas de polímeros solubles en agua, que asumen parte del efecto de la temperatura sobre sí mismos y reducen significativamente el daño capilar. Hay muchos polímeros de este tipo y los distintos fabricantes pueden utilizar polímeros diferentes en sus composiciones. En los productos de cuidado japoneses se hace hincapié en la naturalidad, por lo que aquí no encontrarás siliconas puras.

Es mejor elegir un cuidado sin aclarado según el tipo de cabello y el nivel de daño.

Es muy importante saber que el agua tiene un gran impacto en la protección térmica. Por lo tanto, cuanto más húmedo esté el cabello antes de aplicar la protección térmica, más eficaz será el resultado. No seque el cabello con una toalla, retire el exceso de humedad con las manos y proceda a aplicar la protección térmica.

Para que un producto sin aclarado proteja también del sol, debe contener un filtro solar químico, como el metoxicinamato de octilo. Presta atención a las siglas SPF y PA ++, indican que el producto protege el cabello de la luz solar.